David Fincher no es el primer nombre que me viene a la mente. El aclamado cineasta detrás de Se7en, El club de la lucha, Zodiac y La red social se ha labrado una reputación creando thrillers oscuros y metódicos que exploran los rincones más inquietantes de la naturaleza humana. Pero, aunque parezca mentira, Fincher estuvo a punto de dirigir una película de Star Wars.
Antes de que J.J. Abrams fuera contratado para dirigir Star Wars: El despertar de la Fuerza y posteriormente El ascenso de Skywalker, Lucasfilm consideró a Fincher para ambos proyectos. Ahora, han surgido nuevos detalles que revelan que Fincher también habló de dirigir otra película de Star Wars que se habría ambientado después de El ascenso de Skywalker .
Según Jeff Sneider, experto de la industria, Fincher mantuvo conversaciones con Lucasfilm sobre la posibilidad de dirigir una película ambientada después de los sucesos de la trilogía de secuelas.
La historia se habría centrado en uno de los personajes de esa época, aunque no está claro en quién. El proyecto finalmente fracasó cuando Lucasfilm rechazó la petición de Fincher de tener el control final del montaje, una cláusula de control creativo que el director no estaba dispuesto a ceder.
La situación recuerda a los esfuerzos fallidos de Christopher Nolan por dirigir una película de James Bond. Al igual que Nolan, Fincher es conocido por su estilo visual preciso y su narrativa rigurosamente controlada.
Los estudios, por otro lado, prefieren tener la última palabra sobre las nuevas entregas de la franquicia para asegurar que se alineen con la visión general de la propiedad intelectual y sigan siendo accesibles al público masivo. Es curioso que los ejecutivos crean saberlo todo. Es una constante lucha entre la autonomía artística y la gestión de la marca.
Lo que hace especialmente fascinante la casi colaboración de Fincher con Lucasfilm es su larga trayectoria con la compañía y con Kathleen Kennedy. En la década de 1980, trabajó como asistente de cámara en Industrial Light & Magic, contribuyendo a Star Wars: El retorno del Jedi e Indiana Jones y el templo maldito.
Años después, Kennedy produjo El curioso caso de Benjamin Button de Fincher, que fue nominada a Mejor Película. Existe, pues, una verdadera historia creativa entre ellos, basada en el respeto mutuo y un talento demostrado. Sin embargo, no el suficiente respeto como para darle a Fincher la última palabra en el montaje final.
Si Fincher decidiera debutar en Star Wars, Lucasfilm tendría que concederle la libertad creativa que exige. No es un director que se rija por las normas del estudio, y no tiene por qué hacerlo, sobre todo ahora.
Fincher está trabajando actualmente en Las aventuras de Cliff Booth, secuela de Érase una vez en Hollywood de Quentin Tarantino. Con su carrera en pleno auge, no tiene ninguna prisa por comprometer sus estándares artísticos por una galaxia muy, muy lejana.
Curiosamente, Kennedy ha hablado recientemente sobre una nueva dirección para las películas de Star Wars, una que se centra en historias independientes en lugar de sagas interconectadas masivas.
«Queremos que los cineastas vengan y cuenten historias que les interesen», explicó a principios de este año. Si ese enfoque se mantiene, quizá aún exista una oportunidad para que Fincher aporte su visión a la franquicia, tal vez con una historia ambientada en un rincón completamente distinto de la galaxia, donde pueda dar rienda suelta a su creatividad. Pero, siendo realistas, probablemente esa oportunidad ya pasó.
Mientras Star Wars se prepara para su regreso al cine con The Mandalorian y Grogu, una película dirigida por David Fincher es definitivamente algo que me interesaría ver.

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